Este no es un tema sencillo, pero es evidente que en los últimos años, no solo en nuestro país, se ha forzado a niñ@s abusados de diversas maneras por uno de los progenitores, a volver a vincularse con estos, por disposición judicial, con la consecuente retraumatización.
Esto ha provocado que varios legisladores, como Mara Brawer y María Lucila Masín en la Cámara de Diputados de la Nación, hayan presentado un proyecto de repudio contra el SAP, una "construcción seudocientífica formulada en 1985 por Richard Gardner, psiquiatra estadounidense, cuyo argumento principal sostiene que gran parte de las denuncias de abuso sexual infantil realizadas por las madres (en general convivientes) no son ciertas".
Según los promotores del SAP, entre los que se encuentran profesionales de diversos ámbitos (Salud, Justicia y algunas asociaciones), se provoca "el ´lavado de cerebro´ de las niñas, niños y adolescentes, encontrando en la palabra de las víctimas elementos atribuibles a un discurso adulto, ´alienado´, coconstruido (teoría de la co-construcción) por la adulta protectora e implantado por ésta en la memoria de las hijas e hijos…".
Esta figura que no tiene sustento ni respaldo legislativo (no es una figura legal), ha tenido el firme rechazo de la Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación, desaconsejando su utilización en ámbitos jurídicos y de Salud, como así también en medios de comunicación.
La Defensoría advierte que se trata, en general, de "casos de denuncias de abuso sexual infantil y/o de género realizadas por las progenitoras, con denuncia penal en trámite o no, dónde la justicia de familia fuerza la revinculación con el denunciado por abusador o perpetrador de la violencia, y en algunos casos, otorgando el cuidado personal al agresor o manteniendo la convivencia con el mismo", bajo el pretexto de que hubo SAP.
En este sentido, el SAP se utiliza para desacreditar las denuncias, "descreyendo de la denuncia realizada por la madre y sin garantizar el debido derecho a ser oído de las hijas o hijos, y donde su opinión no es tenida en cuenta al momento de tomar decisiones…", que se apoya también en la teoría del "niño fabulador".
Ha habido algunas propuestas en dirección a legitimar el SAP como figura legal, las cuales no han tenido éxito, pero en los útlimos tiempos han ganado fuerza repudios y rechazos en varios ámbitos profesionales y legislativos.
En términos clínicos... ¿Qué dice la clínica? La clínica es soberana, y en este caso se privilegia el "caso por caso".
En mi experiencia clínica, en algunas ocasiones se observa, en casos de padres en conflicto, o padres separados que se llevan mal, que los dos o uno de habla mal del otro a los hijos, siendo estos depositarios pasivos de las reyertas irresueltas de sus progenitores, funcionando como "proyectiles" dirigidos hacia ese otro progenitor.
Más allá de la validez o no de los dichos de cada uno de los progenitores, lo cierto es que el niño/niña se ve invadido por el discurso de uno o los dos progenitores, lo que trae aparejada ciertas problemáticas. La primera de ellas es la confusión sobre a quién creerle, a quién serle leal, el guardado de secretos... la traición a su madre o padre.
Cuando los niños son depositarios de estas conflictos, se angustian y sufren mucho, produciéndose alteraciones en el rendimiento escolar, en las relaciones con los pares, en el estado de ánimo, lo que los lleva a ser rotulados con etiquetas pseudodiagnósticas que -además- pueden afectarles por el resto de su vida.
Incluso puede haber algún caso donde un hijo pueda repetir algo que uno de los progenitores le diga. Pero, en mi experiencia clínica con niñ@s, son situaciones de poco vuelo, de poco alcance, y la verdad se presenta en el devenir de unas pocas sesiones. Por ende, los niños no mienten, no pueden sostener mentiras a largo plazo.
Sin embargo, cuando existe un abuso por parte de un adulto, ya en otro nivel, más allá de lo que denomino las reyertas de padres en conflicto, en la cual se vulnera el físico y/o el psiquismo del menor, es muy difícil que los indicadores sintomáticos den falsos resultados.
Pero para arribar a conclusiones, deben intervenir diversos profesionales, que alojen la palabra de los denunciantes de inmediato, en vez de la desestimación inmediata. Para esto existen muchos instrumentos, que deben ser puestos en práctica en forma responsable por trabajadores de la Salud Mental y de la Justicia especializados en estas cuestiones. El ASI, Abuso Sexual Infantil, deja marcas de por vida.
Por eso la Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación recomienda "Escuchar y validar las denuncias de las progenitoras denunciantes, descartando argumentaciones basadas en teorías científicamente descalificadas como el falso Síndrome de Alienación Parental (SAP), la Co-construcción, el “lavado de cerebro” y otros similares".
De hecho, en las causas de divorcio, las denuncias de abuso representan solo el 2% del de las causales, y de este porcentaje el 15% resultan falsas, o sea que el 85% son ciertas... de este mínimo porcentaje.
También, la Organización Mundial de la Salud ha desestimado el SAP por no poseer ningún aval científico.
Links
Proyecto de repudio HCDN
Recomendaciones Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación
Este no es un tema sencillo, pero es evidente que en los últimos años, no solo en nuestro país, se ha forzado a niñ@s abusados de diversas maneras por uno de los progenitores, a volver a vincularse con estos, por disposición judicial, con la consecuente retraumatización.
Esto ha provocado que varios legisladores, como Mara Brawer y María Lucila Masín en la Cámara de Diputados de la Nación, hayan presentado un proyecto de repudio contra el SAP, una "construcción seudocientífica formulada en 1985 por Richard Gardner, psiquiatra estadounidense, cuyo argumento principal sostiene que gran parte de las denuncias de abuso sexual infantil realizadas por las madres (en general convivientes) no son ciertas".
Según los promotores del SAP, entre los que se encuentran profesionales de diversos ámbitos (Salud, Justicia y algunas asociaciones), se provoca "el ´lavado de cerebro´ de las niñas, niños y adolescentes, encontrando en la palabra de las víctimas elementos atribuibles a un discurso adulto, ´alienado´, coconstruido (teoría de la co-construcción) por la adulta protectora e implantado por ésta en la memoria de las hijas e hijos…".
Esta figura que no tiene sustento ni respaldo legislativo (no es una figura legal), ha tenido el firme rechazo de la Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación, desaconsejando su utilización en ámbitos jurídicos y de Salud, como así también en medios de comunicación.
La Defensoría advierte que se trata, en general, de "casos de denuncias de abuso sexual infantil y/o de género realizadas por las progenitoras, con denuncia penal en trámite o no, dónde la justicia de familia fuerza la revinculación con el denunciado por abusador o perpetrador de la violencia, y en algunos casos, otorgando el cuidado personal al agresor o manteniendo la convivencia con el mismo", bajo el pretexto de que hubo SAP.
En este sentido, el SAP se utiliza para desacreditar las denuncias, "descreyendo de la denuncia realizada por la madre y sin garantizar el debido derecho a ser oído de las hijas o hijos, y donde su opinión no es tenida en cuenta al momento de tomar decisiones…", que se apoya también en la teoría del "niño fabulador".
Ha habido algunas propuestas en dirección a legitimar el SAP como figura legal, las cuales no han tenido éxito, pero en los útlimos tiempos han ganado fuerza repudios y rechazos en varios ámbitos profesionales y legislativos.
En términos clínicos... ¿Qué dice la clínica? La clínica es soberana, y en este caso se privilegia el "caso por caso".
En mi experiencia clínica, en algunas ocasiones se observa, en casos de padres en conflicto, o padres separados que se llevan mal, que los dos o uno de habla mal del otro a los hijos, siendo estos depositarios pasivos de las reyertas irresueltas de sus progenitores, funcionando como "proyectiles" dirigidos hacia ese otro progenitor.
Más allá de la validez o no de los dichos de cada uno de los progenitores, lo cierto es que el niño/niña se ve invadido por el discurso de uno o los dos progenitores, lo que trae aparejada ciertas problemáticas. La primera de ellas es la confusión sobre a quién creerle, a quién serle leal, el guardado de secretos... la traición a su madre o padre.
Cuando los niños son depositarios de estas conflictos, se angustian y sufren mucho, produciéndose alteraciones en el rendimiento escolar, en las relaciones con los pares, en el estado de ánimo, lo que los lleva a ser rotulados con etiquetas pseudodiagnósticas que -además- pueden afectarles por el resto de su vida.
Incluso puede haber algún caso donde un hijo pueda repetir algo que uno de los progenitores le diga. Pero, en mi experiencia clínica con niñ@s, son situaciones de poco vuelo, de poco alcance, y la verdad se presenta en el devenir de unas pocas sesiones. Por ende, los niños no mienten, no pueden sostener mentiras a largo plazo.
Sin embargo, cuando existe un abuso por parte de un adulto, ya en otro nivel, más allá de lo que denomino las reyertas de padres en conflicto, en la cual se vulnera el físico y/o el psiquismo del menor, es muy difícil que los indicadores sintomáticos den falsos resultados.
Pero para arribar a conclusiones, deben intervenir diversos profesionales, que alojen la palabra de los denunciantes de inmediato, en vez de la desestimación inmediata. Para esto existen muchos instrumentos, que deben ser puestos en práctica en forma responsable por trabajadores de la Salud Mental y de la Justicia especializados en estas cuestiones. El ASI, Abuso Sexual Infantil, deja marcas de por vida.
Por eso la Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación recomienda "Escuchar y validar las denuncias de las progenitoras denunciantes, descartando argumentaciones basadas en teorías científicamente descalificadas como el falso Síndrome de Alienación Parental (SAP), la Co-construcción, el “lavado de cerebro” y otros similares".
De hecho, en las causas de divorcio, las denuncias de abuso representan solo el 2% del de las causales, y de este porcentaje el 15% resultan falsas, o sea que el 85% son ciertas... de este mínimo porcentaje.
También, la Organización Mundial de la Salud ha desestimado el SAP por no poseer ningún aval científico.
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Proyecto de repudio HCDN
Recomendaciones Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación