Este cuadro empezó como una aventura en el año 2001. Había comprado el lienzo. Estaba probando el acrílico. Y llené de azul la parte superior, y la de abajo. Tenía unos cartones, que recorté con formas de casas tipo de zona fabril.
También quería jugar con yerba mate, que pegué como si fueran una suerte de canteros. Y también unos pedacitos de papel cartón fino, que pegué como objetos rojos voladores. Al fondo hice un barco. Y un pedazo de tela la pegué redonda, como una gran luna.
Y así, jugando con las sombras, las luces, etc., fue a parar a la primera exposición que hice en el Centro Cultural Borges, en 2004.
Con el paso de los años, y con algún accidente, se me ocurrió retocar la pintura, jugar un poco mejor las sombras y los personajes, que contemplaban en una noche templada esa luna grande. Con óleo trabajé algunos detalles.
Y le cambié el nombre, de Noche Templada a Los Contempladores, en 2016. Y estuvo en mi consultorio un tiempito. Hasta ldar paso a otro cuadro.
Los cuadros tienen su historia. Es así. Y algunas las cuento, brevemente.